Quiero comenzar hablando de mi gran amiga y escritora, Elena García.
Conocí a Elena hace 3 años, en mi recuperación de un cáncer de mama, y con la ayuda conectora de mi querido amigo Ignacio.
En el camino de las mujeres, siempre hay una mujer (una madre, abuela, amiga …), que te ayuda a encontrar o retomar el camino de vuelta a casa… esa casa que eres tú misma.
Y para mí fue Elena, la mujer que me ayudó a conectar con la sabiduría femenina ancestral que todas llevamos dentro de nuestro corazón… nuestra alma femenina.
Con ella, me permití sortear la oscuridad de mi alma perdida para renacer como la mujer poderosa y sabia, Tejedora de Vida, que soy actualmente.
Me enseñó a perdonar, reconocer e integrar a todas las mujeres que han formado parte de mi linaje femenino… a amar todo lo femenino que habitaba en mí.
Y me ofreció las pautas para comenzar a andar el camino de ser “yo misma”…para descubrir que tenía mucho que ofrecer y recibir de la Vida.
Desde entonces, aprendo cada día a hacerme cargo de mí misma en todos los sentidos (emocional, profesional, económico, físico, espiritual …) . A tomar mi poder, el que me corresponde como mujer para el Mayor Bien de toda la Humanidad…. Ese poder es simple: abrir mi corazón… a los demás y a la vida misma, y reconocernos como lo que somos … Seres humanos que estamos tejidos los unos a los otros con hilos invisibles de Amor y Vida.
Como mujer tomo conciencia de la importante labor que deseo realizar en el Mundo. Vivir con un corazón abierto y amoroso, sin miedos, un corazón que nutra a todos los que me rodean y lleve el mensaje de amor, paz y unidad para todos los seres de este Universo infinito.
Si quieres hacer tu propio camino de vuelta a casa, te ofrezco algunas buenas ideas para comenzar…
Párete, toma aire y respira hondo
Da gracias de corazón
Medita en tu historia de vida y cambia lo que no te guste
Estírate bien y conecta con tu cuerpo
Reconoce en el otro su corazón
Mira a la vida con ojos positivos, amorosos, de ayuda …
Confia en el Universo y
¡sonríe, sonríe siempre!
También estaré encantada de acompañarte en este proceso, si así lo deseas…
seremos dos mujeres tejiendo juntas tu nueva historia.